Hasta el próximo 31 de diciembre se podrá ver en el hall del Polideportivo Municipal de Galtzaraborda una exposición fotográfica sobre el piloto de Errenteria Patxi Hoyos.
Esta exposición forma parte de una serie de exposiciones que se han desarrollado durante el año 2016 en este recinto deportivo. De esta manera el público ha podido contemplar exposiciones sobre deporte escolar y sobre diferentes clubes de Errenteria.
Sobre Patxi Hoyos.
En cierta ocasión, un piloto reconocido a nivel internacional, que a punto estuvo de sentarse en el habitáculo de un Fórmula 1, y que en ese momento tenía su propio equipo en busca de jóvenes talentos, me decía que un piloto nunca adquiere la calidad de “ex”, y que aún no estando al volante en competición siempre tiene la consideración de piloto. Algo así se me ocurre decir de Patxi Hoyos, que aunque hoy en día no dispute competiciones, sigue manteniendo su calidad de piloto. No hay más que verle la intensidad con la que sigue las evoluciones de su hijo Aitor, que ha heredado de su padre la afición por el deporte del motor.
En el año 1975 nacía en Errenteria la Escudería Touring, y en 1976 Patxi Hoyos con Pedro Maté de copiloto tomaba la salida en XVII Rallye Internacional Vasco Navarro, defendiendo los colores de la escudería renteriana que veía debutar a uno de sus pilotos en una prueba de entidad. Los primeros pasos de Patxi en el automovilismo deportivo y los de la Escudería Touring tienen un cierto paralelismo, uno en el capítulo de participación y la otra en el organizativo. Uno y otra con unos medios más bien modestos, pero con mucho sacrificio e ilusión supieron hacerse un hueco en el deporte de las cuatro ruedas. Lo cierto que aquel debut en el Vasco Navarro no fue nada positivo. Por aquel entonces, el rallye organizado por el Real Automóvil Club Vasco Navarro iba alternando la salida del mismo entre San Sebastián, Bilbao y Pamplona siendo siempre la llegada en Donostia. La edición de 1976 tenía a Bilbao como punto de salida, y Hoyos-Mate a los mandos de un Seat 1430 tomaron la salida muy ilusionados, no solo por verse en una competición tan importante, sino también por estar junto a pilotos de renombre como Marc Etchebers o Beny Fernández. Su debut duró unos pocos kilómetros debiendo abandonar a las primeras de cambio.
Ese primer jarro de agua fría, no pudo con la ilusión de Patxi que siguió empleándose a fondo para adquirir más conocimientos tanto a nivel de pilotaje como en el mecánico, para hacerse y preparar coches cada vez más competitivos, siempre dentro de los considerados como “propulsión”, el decir motor delantero y tracción trasera. Vehículos difíciles de conducir en determinadas condiciones pero a la vez divertidos de llevar. Para sacar el máximo de ese tipo de monturas se necesitan manos, y eso es lo que Patxi ha demostrado tener a lo largo de más de tres décadas de actividad.
El mundo de los rallyes y subidas en cuesta han constituido el escenario habitual de las participaciones en competición de Patxi Hoyos. Pero emulando otra especialidad del deporte del motor, el paso del piloto errenteriarra por el mundo de las cuatro ruedas ha resultado ser una carrera de resistencia. Por que permanecer más de tres décadas practicando una actividad deportiva, sea cual sea, ya es digno de reconocimiento, y máxime en el automovilismo deportivo, donde además de unas buenas condiciones físicas se necesita de un material competitivo que te permita demostrar todas tus cualidades. A nadie se le escapa que tener un material competitivo en el mundo del motor significa un importante coste económico, más o menos grande en función de las pretensiones de cada uno, pero siempre necesario para poder defender las opciones esperadas.
Es por ello que el paso de Patxi Hoyos por el mundo de la competición automovilística ha sido también una carrera de resistencia. Su bonhomía le abrió desde siempre la puerta de pequeños patrocinadores, que más que patrocinadores resultaron ser amigos, y que nunca dudaron del compromiso de Patxi y que le ayudaron a cumplir su ilusión.
Más de treinta años de actividad suponen que Patxi haya visto pasar distintas generaciones de pilotos, distintos tipos de vehículos, reglamentos diversos, etc, pero él ha sabido mantenerse en su status. El mayor y mejor triunfo que ha conseguido el “amigo” Hoyos, es que federativos, organizadores, pilotos y afición guardan un espléndido recuerdo de él. ¡Se puede pedir más!.