Los conflictos entre vecinos pueden escalar de maneras sorprendentes. Las razones para discutir son variadas y, en ocasiones, algunos desacuerdos se transforman en verdaderas obsesiones. Recientemente, un usuario compartió en línea una historia insólita sobre una disputa con su vecino y cómo logró revertir la situación. Su vecino había comenzado a utilizar parte de su jardín para estacionar sus Porsche, pero esa situación no podía continuar indefinidamente.
El 31 de mayo fue el 25.º aniversario de la fiesta de los vecinos, un evento que comenzó en 1999 con el objetivo de fomentar la convivencia en los barrios. Aunque suele ser una oportunidad para fortalecer lazos, no impide que algunos mantengan conflictos a lo largo del año. Las quejas por ruidos molestos son las más comunes, pero existen otras tensiones que pueden entorpecer la convivencia.
El vecino usaba su jardín para estacionar sus Porsche
El relato fue publicado en un foro de Reddit destinado a historias de vecinos. El narrador explica que llevaba una vida tranquila hasta el fallecimiento de una anciana que vivía cerca. Su casa fue vendida y un tal Richard se convirtió en el nuevo propietario. Apasionado por los autos clásicos, Richard poseía varias Porsche antiguas que quería mantener fuera de la vista.
Su intención era estacionarlas en la parte trasera de su terreno, protegidas en su patio. Sin embargo, había un inconveniente: para acceder a esa área, debía atravesar una franja de terreno de tres metros de ancho que separaba su casa de la del narrador, un espacio compartido entre ambas familias. Este pasaje común fue el origen del conflicto.
El vecino no dudó en podar los arbustos para acceder a su jardín
Un día, el narrador se encontró con Richard podando los arbustos que delimitaban el camino. “Mi padre y yo le dijimos que esos arbustos eran de nuestra propiedad y que no estábamos de acuerdo. Pero eso no le impidió continuar. Necesitaba despejar el acceso a su patio para sus coches”, comenta el narrador de manera anónima. La intervención parecía estar más que planeada.
Una vez que los arbustos fueron eliminados, Richard comenzó a usar la senda compartida como si fuera un acceso privado. Pasaba con sus Porsche sin preocuparse por la demarcación de la propiedad. Ante esta situación, el padre y el hijo decidieron no quedarse de brazos cruzados y buscaron una solución para poner fin a esta ocupación indebida.
La venganza llegó cuando el vecino intentó sacar su Porsche del jardín
“Decidimos instalar postes metálicos para marcar los límites de nuestra propiedad. Los colocamos a 12 centímetros de nuestra línea de terreno”, explica el internauta. Esta decisión estratégica dejó justo el espacio necesario para crear un embotellamiento. “Richard ya no tenía suficiente espacio para mover nada, mucho menos sus coches”.
El regreso a casa fue complicado para Richard. “Escuchamos sus gritos y maldiciones durante horas. Luego, un coche arrancó en la parte de atrás. Logró sacar uno, pero terminó bastante dañado: tenía rayones por toda la longitud”, relata el narrador. Una pequeña venganza que dejó su huella en la carrocería del auto.
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